Bajando la temperatura de nuestra calefacción sólo 1°C, podemos conseguir un ahorro energético de entre un 5 y un 10% y evitar 300kg de emisiones de CO2 por hogar y año. Unos 20°C es suficiente para tener una temperatura adecuada. Se debe programar el termostato para que se desconecte cuando no estamos en casa o mantener una temperatura agradable, pudiéndose alcanzar un ahorro entre un 7 y un 15% de energía.