Existen unos pequeños aparatitos denominados perlizadores que se encajan en los grifos. Estos perlizadores introducen aire a presión en el caudal de agua que expulsa el grifo, reduciendo el volumen de agua en más de un 50%, pero sin que nosotros lo notemos debido a la mezcla de aire y agua, que ofrece un volumen semejante. Si colocamos estos sencillos y baratos -uno de muy buena calidad cuesta 15 euros- en todos los grifos y duchas de nuestra casa, ahorraremos hasta un 50% de agua, además de la electricidad correspondiente a la bomba hidráulica.