El principal consejo para ahorrar energía con una plancha es que solo se debe planchar cuando se ha almacenado una cantidad considerable de ropa. Cuando se enciende la plancha por solo algunas prendas, no se está sacando el máximo provecho al electrodoméstico.
Asimismo, tal como ocurre con otros artefactos, es preferible desenchufar la plancha si se deja de usar por algún momento. Cuando un artefacto se encuentra enchufado, así sea mínima, siempre consume cierta cantidad de energía. Además, es muy importante tener en cuenta que no se debe planchar la ropa húmeda.
Finalmente, debido a que la estructura tarifaria toma en cuenta el periodo horario, es preferible planchar en algún periodo que no se encuentre dentro de las denominadas horas punta.
De esta forma, el dinero ahorrado en energía podrá ser empleado en otras actividades, o simplemente podrá ahorrarse para garantizar la estabilidad de la economía del hogar en el futuro.