Por un lado la potencia de los electrodomésticos son los kw/hora que gastan enchufados y otra cosa es el consumo que gastan los mismos.
Por ejemplo la plancha, el secador de pelo, u otros electrodomésticos pueden tener una potencia muy alta (entre 600 y 2000 kw), pero no los tenemos encendidos una gran cantidad de horas, sino puntualmente.
Mientras que por otro lado hay una serie de electrodomésticos como la nevera, que pese a tener una potencia menor, el consumo a lo largo del día al estar tantas horas en funcionamiento es mucho mayor, lo que se refleja en la cantidad de energía utilizada y por dicho motivo hay que mantenerlos bien cuidados.