Las puertas cumplen un importante papel en relación a la eficiencia energética de nuestros hogares. Además, hay aspectos como el material de la que esté compuesta o el tipo de cierre que influirá muchísimo en su efectividad.
El material de la puerta define el nivel de resistencia de la misma, la permeabilidad y, un aspecto fundamental, la seguridad. Aunque la madera, el PVC y los metales son los más empleados, el PVC y el aluminio ganan en el terreno de la estructura, debido a su fácil mantenimiento.
De esta forma, a la hora de elegir el material de la puerta deberemos atender a:
Por su parte, las puertas principales y que, por lo tanto, dan a la calle, deben presentar una mayor resistencia. Así, una puerta de entrada de buena calidad será aquella cuyo grosor ronde los 40 mm. Además, puede ir reforzada con planchas metálicas.
Por último, si nos decantamos por las puertas automáticas, deberemos tener en cuenta la velocidad de apertura, que influye muchísimo en el ahorro energético de un hogar.