La subida del precio de la luz y la pérdida del poder adquisitivo que se ha sufrido desde el comienzo de la crisis económica hacen del momento de abrir la factura del consumo eléctrico un hecho bastante estresante. En invierno la cosa es aún peor.
Para ahorrar en el recibo de la luz se debe contratar la mínima potencia necesaria, reducir el consumo de electricidad y estudiar las diferentes tarifas de luz ofertadas.
Veamos cómo reducir el consumo de energía eléctrica en el hogar. Estos consejos son válidos para todas las compañías de luz.
Elija electrodomésticos de clasificación energética A o superior (hay hasta A+++, que son los que menos consumen). Pese a tener un precio más elevado, su reducido consumo permitirá un notable ahorro en la factura de la luz y compensará la inversión inicial con creces.
Las bombillas ya son todas, por ley, de bajo consumo. Aún así, seleccione la potencia adecuada para el uso que les vaya a dar. No se necesita la misma potencia lumínica para ver la televisión que para leer un libro, por ejemplo.
Apague el termostato de la calefacción por las noches o, en su defecto, establezca una temperatura mínima razonable, como 18 o 20ºC. Cada grado centígrado adicional supone en torno a un 7% de consumo energético adicional.
Cierre y aísle bien las puertas y ventanas de su hogar.
En el verano, tenga en cuenta el elevado consumo de los equipos de aire acondicionado y no los use si no son necesarios. Dependiendo del clima, un ventilador en el techo puede ser más que suficiente para refrescar el ambiente con un gasto energético muy inferior.
Aproveche la luz natural siempre que pueda.
Apague los ordenadores y portátiles cuando esté un tiempo sin usarlos. El sistema que incorporan por defecto para el ahorro energético no implica un consumo nulo aunque la pantalla se muestre apagada.
Limpie periódicamente los filtros de las aspiradoras y secadores de pelo. Con respecto a los secadores, limite su uso a los días más desapacibles y reduzca el tiempo de utilización dejando que una toalla absorba la humedad del cabello durante unos minutos.
Limpie también cada cierto tiempo focos y lámparas, pues el polvo dispersa y bloquea la luz.
De prioridad al microondas frente al horno tradicional, pues los primeros consumen en torno al 75% menos que los segundos.
No coloque ollas o cacerolas en fogones o vitrocerámicas demasiado grandes.
Emplee la lavadora a carga completa y reserve el uso de agua muy caliente para cuando la colada esté realmente sucia.
No introduzca alimentos calientes en el frigorífico y no tenga la puerta abierta más de lo estrictamente necesario.
Desconecte los aparatos eléctricos que no esté utilizando para evitar el llamado consumo fantasma.
Con estos consejos, además del ahorro directo que se acumule a lo largo de los 365 días del año, es muy posible poder reducir la potencia contratada, dado que el consumo continuo es muy superior al esperado. Hay aparatos eléctricos que consumen más enchufados y apagados que funcionando, por paradójico que parezca.
Fuente: https://www.corunahoy.es/otras-noticias/mi%C3%A9-21032018-2117/como-ahorrar-en-la-factura-la-luz